viernes, 18 de mayo de 2007

Lectores:

No podría estar más decepcionado. La escritora (supuestamente fiel) que estaba a mi servicio, ha sido internada en un manicomio. Se ve que fue demasiado para ella. Es una lástima. Estábamos a punto de lograr algo bueno, apenas faltaban unos cuantos años. Pero se sentía exhausta, con los nervios de punta y hasta se arrojó por la ventana. Fue un acto ridículo, la ventana se hallaba a un metro del suelo. Aún así se rompió la cabeza. Es obvio que quería librarse de mí. No hacía más que decirme: “estoy harta, completamente harta de repetir la misma cosa”. Pero es así, ejercitándose, como se consigue la gloria. En fin, un carácter débil. Me buscaré otro asistente. Por lo que sé el mundo está lleno de escritores vacantes. Claro que tendré más cuidado, debe ser alguien fuerte, dispuesto a dejarse explotar hasta lo último, sin caer en melindres psicóticos. Les pareceré cruel, pero a mí no me atañen culpas y esas cosas, soy un estilo literario, y, como es lógico, busco realizarme.
.

No hay comentarios: